Cuando tienes un pequeño en casa, es normal que en algún momento pueda tener un cuadro de gastroenteritis que tenga como resultado episodios de diarrea y vómitos.
Es muy importante mantener a tu pequeño hidratado para contrarrestar los efectos de las múltiples deposiciones, ya sea vómito o diarrea. Lo ideal es no permitir que tu pequeño se deshidrate. Para prevenir y evitar que la deshidratación se agrave lo más recomendable es:
- Prevenir la deshidratación dándole soluciones orales como Pedialyte® 60 en cucharadas soperas.
- Continuar con la alimentación. Se recomiendan ingestas frecuentes y livianas distribuidas a lo largo del día (6 colaciones al día). ¡Recuerda que si tu pequeño es lactante debes de seguir alimentándolo con leche materna!
- Contabilizar las deposiciones que haga.
- Observar los síntomas y consultar a tu pediatra lo antes posible
Una de las principales complicaciones que causa la diarrea y/o el vómito es la deshidratación del cuerpo, puesto que la evacuación excesiva no solo hace que se pierdan líquidos, sino también sales vitales. Cuando la pérdida de líquidos es considerable y no se reemplazan adecuadamente, los signos y síntomas serán evidentes.
- Pañales secos por más de 3 horas
- Pocas lágrimas
- Ojos hundidos
- Sed
- Irritabilidad
- Dolor de cabeza
- Boca y lengua seca
- Orinas disminuidas y oscuras
- Piel fría o sudorosa
Es importante prevenir la deshidratación del cuerpo. La hidratación tradicional con agua no será suficiente para recuperarnos, por ello soluciones orales como Pedialyte® 60 son muy útiles para prevenir, recuperar y mantener tus niveles de hidratación, evitando que tengas un cuadro de deshidratación severo que te conduzca al hospital.
Recuerda siempre tener un Pedialyte® 60 en el botiquín o en la nevera de tu hogar. ¡Confía en Pedialyte® 60 como tu aliado en emergencias!
Cuando haya diarrea y/o vómito, inicia la rehidratación oral de inmediato y consulta con tu pediatra tan pronto como sea posible.