La naturaleza del fútbol obliga al jugador a estar muy preparado para poder rendir al máximo nivel. El proceso de preparación puede comenzar inclusive una semana antes de que el partido se lleve a cabo. Estas son las principales acciones que todo futbolista debería tener en cuenta previas a un partido:
El fútbol es un deporte mixto, aeróbico y anaeróbico, pues combina sprints de alta intensidad dentro de un contexto de resistencia. Por eso es importante que la hidratación esté muy presente.
Cuando hay una deshidratación mayor del 2% del peso corporal se produce una reducción de la capacidad aeróbica, se reduce la capacidad de realizar sprints de alta intensidad y la habilidad para regatear. Además, provoca un aumento de la frecuencia cardíaca, de la temperatura corporal y una disminución de la capacidad cognitiva.
Los efectos negativos de la deshidratación en un partido de fútbol son mayores en climas cálidos, pero es un error no considerar que existe un riesgo de deshidratación al jugar en un clima frío. Es posible que el exceso de ropa provoque sudoración excesiva. El consumo de líquidos o soluciones orales adecuadas es la mejor manera de reponer las pérdidas de agua y electrolitos a causa del sudor y así reducir el riesgo de la deshidratación.